En un pasado viaje que tuve, me tocó de compañera una anciana muy amable y simpatica. Me contó la triste situación que vive actualmente con sus hijos lo cual me llevó a reflexionar sobre el cuidado hacia las personas mayores de edad en una familia.
Los hijos perciben que los padres, a pesar de su edad, son autosuficientes, solventes, se encuentran bien y piensan que deberá pasar mucho tiempo para que necesiten ayuda o cuidados especiales.
La realidad es que el tiempo pasa rápida e inexorablemente y cuando se dan cuenta, el problema está enfrente, es un reto, es una situación difícil para toda la familia.
La persona que está experimentando el cambio, en primer lugar, es el adulto mayor que se enfrenta a la pérdida de sus aspiraciones, a un cambio para él cada vez más rápido en el curso de su vida, a la pérdida de seguridad al darse cuenta de que ya no puede hacer todo lo que hacía normalmente, que empieza a no sentirse integrado en la familia, a darse cuenta de que depende de alguien más a veces para lo más insignificante.
En general las personas queremos ser independientes y luchamos por esa independencia en diferentes etapas de la vida, si no es que en todas y cuando el proceso de envejecimiento lo lleva a la dependencia, eso le pesa emocionalmente, nadie desea ser una carga para los demás. El adulto mayor entra en conflicto y se enfrenta a una serie de sentimientos encontrados, por un lado de agradecimiento y, por otro, de tristeza y confusión.
Para cuidar a una persona mayor, si está en condiciones de tomar decisiones sin que le perjudiquen, se debe respetar su derecho de llevar a cabo esa decisión, se debe hablar con ella, escuchar su punto de vista y con calma explicarle cuál es la situación real que está viviendo, a veces un adulto mayor difícil, puede estar en una condición mejor tanto de salud como emocional en general que uno que sea pasivo o apático.
Es importante darse cuenta de cómo se comporta, cerciorarse de que oye bien, come bien, camina bien, ve bien, y en caso de necesitar ayuda médica atender el problema, siempre con acercamiento físico cariñoso para que se sienta confortado y no entre en crisis de nerviosismo o angustia pensando que es una carga para la familia o que su salud está muy deteriorada.
También es importante evaluar el ambiente en el que vive, si necesita arreglos la vivienda, si las instalaciones eléctricas funcionan bien, si el baño tiene los apoyos que se requieren para su seguridad, si no hay lugares peligrosos dentro de la casa, etcétera.
Dejar un teléfono en un lugar de fácil acceso así como los números de emergencia y de algún familiar que pueda acudir a un llamado de urgencia con prontitud.
Esta tarea en el mejor de los casos es de mucha responsabilidad y esfuerzo físico, lo mejor es reunir a la familia para obtener recursos de todo tipo y así evitar que la responsabilidad y el peso de los cuidados caigan sobre una sola persona, puede actuar un familiar de coordinador y otros participar en las tareas en que puedan con los horarios que puedan, también la persona mayor debe participar en sus propios cuidados, de hecho, antes de controlar las acciones de los mayores, hay que cerciorarse de que no pueden hacerlo por sí solos.
Los adultos mayores normalmente, necesitan más de la familia y les cuesta trabajo aceptarlo abiertamente.
Se debe tener en cuenta que las condiciones de la persona y de la familia pueden cambiar también eso se debe prever.
El adulto mayor puede tener diversos comportamientos, puede ser que sea consciente de su realidad, que la acepte, que sea hasta donde puede autosuficiente y pida y acepte la ayuda de manera digna y agradecida, otros, al verse disminuidos físicamente actúan por inseguridad provocando situaciones peligrosas para ser el foco de atención de toda la familia, por ejemplo, salirse a pasear solos y no avisar a nadie, desaparecerse todo un día, existe la posibilidad de que al saber que depende de otras personas, el adulto mayor quiera controlar el comportamiento de los demás, manipulando situaciones, provocando sentimientos de culpa, celos o haciéndose pasar por víctima. Es importante no dejarse intimidar, ni chantajear porque se dañaría la relación y la persona que ayuda, caería en problemas de depresión y agotamiento.
Es una tarea de desgaste físico y emocional cuidar a un adulto mayor, se puede caer en situación de agotamiento y entonces empezar a tomar decisiones equivocadas y hasta agresivas que lo único que harían sería lastimar a toda la familia, de ahí lo importante de contar con otros miembros de la familia. Estamos hablando de un adulto mayor sano, o sea, que está sufriendo sólo los achaques propios de la edad, cuando padece una enfermedad como Alzheimer o sufre alguna incapacidad, se debe contar con apoyo profesional por horas, porque la persona que lo cuida, tendría que lidiar con él y con la enfermedad, lo que resulta muy agotador y estresante.
Todo lo que se haga con amor, paciencia, tolerancia, resultará benéfico para hacer más llevadera la etapa de la vejez, cualquiera que haya sido la relación con un adulto mayor, padre o madre, existe la evidencia de que los padres permanecen como figuras muy significativas para los hombres en la edad adulta.
La recompensa de ayudar a un adulto mayor con cariño, es la tranquilidad de saber que es algo entre Dios y tú.
Tu puedes brindar ayuda al Asilo de Ancianos San Antonio Senecú, C. Baudelio Pelayo #8203 Col. Senecú Cd Juarez, Chih. o a cualquier otra institución de tu localidad. Ellos necesitan de nosotros.
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